Hubo un tiempo en el que en los combates de Artes Marciales Mixtas se podía patear la cabeza de un oponente en el suelo. También -como en la foto- estaba permitido pisar sin contemplación alguna esa parte de nuestro cuerpo. Esto forma parte de un pasado bárbaro que nunca volverá. Tan solo algunas promotoras puntuales lo siguen permitiendo. Por supuesto, el UFC no es una de ellas.
Hoy en día la única polémica al respecto viene cuando se trata de definir qué es exactamente un oponente en el suelo (con las últimas modificaciones, con las dos plantas del pie y solo una mano tocando la lona, no lo eres). En lo que respecta a volver a permitir esas acciones, ahí no hay tema ni polémica ni nada. Los románticos de la brutalidad extrema que se conformen con ver a Negan hacer de las suyas en Walking Dead.
Dos fueron las razones principales para erradicarlas:
- La protección del luchador. Aunque las MMA son un deporte de combate en el que se intercambian golpes, pocos de ellos pueden ser tan devastadores como recibir una soccer kick en la cabeza (sí, la cabeza, ese sitio que aloja lo más importante que tenemos los seres humanos).
- La mala reputación. La imagen que se proyectaba a la opinión pública no era la mejor permitiendo patadas, rodillazos y pisotones en la cabeza de un luchador caído.
Centrándome en esta segunda razón, ayer mismo veía esa agresión múltiple en la puerta de un pub de Murcia. Un grupo de chavales pateando a una chica en el suelo (1’08» del vídeo).
Esa imagen, que antes de Murcia se ha producido en mil sitios de este mundo a altas horas de la madrugada, es lo peor que le puede pasar a uno/a. Que te tiren al suelo y que te pateen la cabeza es el máximo grado de violencia que uno puede imaginar, sin posibilidad de defensa para el agredido. Por eso, no queda más que aplaudir a aquel que pensó en su momento que había que eliminar esas acciones de los combates de MMA. Os aseguro que si no se hubiera hecho, hoy el UFC no sería lo que es.
Hacer un comentario